Durante el 2020, la producción total de bienes y servicios en la economía panameña, medida a través del PIB, reflejó una contracción de 17.9% con respecto al año 2019 cuando el Producto Interno Bruto fue por el orden de los 43 mil 032.8 millones de dólares.
Según estimaciones del INEC, el PIB 2020 -valorado a precios constantes de 2007 -reflejó un monto de $35 mil 308.7 millones, que corresponde a una disminución de $7 mil 724.1 millones, en comparación con el del 2019.
En términos unitarios, esto significa que el PIB per cápita reflejó que -a valores de 2019 -cada persona perdió mil 805 dólares en el año 2020.
Esta reducción en el desempeño de las actividades económicas fue producto de la pandemia de la covid-19 que obligó a que Panamá declarara la emergencia sanitaria a finales de la primera quincena de marzo al detectarse los primeros casos positivos en el país.
La medida se prolongó durante los siguientes nueve meses y medio del año con medidas de contingencia como la restricción de movilidad y la suspensión de operaciones de sectores productivos no esenciales que se han ido reactivando progresivamente, de acuerdo a evaluaciones sanitarias y niveles de contagio, según actividad.
A la emergencia sanitaria se sumó en noviembre una emergencia ambiental con el paso del huracán Eta y la tormenta tropical Iota en la zona occidental del país poniendo en riesgo la cadena alimentaria y zonas de producción agrícola.
Sin embargo, entre las actividades relevantes que sostuvieron el desempeño de la economía nacional y marcaron una dinámica positiva de enero a diciembre de 2020, destacamos los servicios gubernamentales con 9.9%, con un crecimiento acumulado por la contratación de colaboradores en el sector salud, educación y seguridad pública, necesarios para atender la crisis sanitaria; los servicios de salud privada con un crecimiento de 4.7%, mientras que la actividad agropecuaria mostró un aumento del 3%, la pesca creció 12.2% y la explotación de minas y canteras 34.1%.
El impacto negativo se reflejó en la disminución sustancial en actividades de las industrias manufactureras (-22.2%), construcción (-51.9%), comercio al por mayor y al por menor (-19.4); hoteles y restaurantes (-55.8); transporte, almacenamiento y comunicaciones (-6.2%) y actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (-30.8%).